Actualmente existen muchas ofertas variadas de coches para todo tipo de necesidades y deseos. Aunque la oferta sigue aumentando, la gran duda de muchos de los conductores es si elegir un coche diésel o gasolina. En este artículo te contamos que implica cada opción.
Tipos de motor y su lugar en el mercado
Desde el año 2015 la venta de los coches con motor diésel han ido cayendo de forma brusca y los motores de gasolina comenzaron a dominar la ventas en el mercado.
Durante más de 20 años los coches diésel han ocupado más del 80% de la cuota del mercado. Ahora los coches de gasolina son los preferidos por los conductores aunque por debajo de la cuota que logró la tecnología diesel. Hoy en día los coches de gasolina ocupan el 56% de las ventas en España, los coches diésel un 35% y un 9% para los motores de energías alternativas.
Otras tecnologías comenzaron a ocupar mayor lugar en el mercado a partir de la caída de la venta de los motores diésel. Dentro de los coches con nuevas tecnologías encontramos a los híbridos e híbridos no enchufables que cada día están siendo más conocidos y elegidos por los conductores. La marca Toyota es uno de los líderes en estos tipos de motores y sus ventas significan un 70% del total de la marca. Otras opciones como los motores a gas también tienen su público dentro de las energías alternativas.
A pesar de su reconocido aumento en las ventas los coches híbridos aún no logran alcanzar las ventas de los coches diésel y el número de coches matriculados no es del todo real, ya que suma en el mismo grupo a los híbridos enchufables, los convencionales y los nuevos motores eléctricos.
¿Gasolina o Diésel?
Los coches de gasolina y diésel llevan muchos años en el mercado, es por ello que los conductores confían más en su uso. Las nuevas tecnologías como la hibridación aún están en tiempo de adaptación.
Durante los últimos 20 o 25 años lo más común era elegir un motor diesel porque era el que menos consumo implicaba y también porque contaba con ayuda del gobierno por sus menores emisiones. Sin embargo, esos coches eran más caros y no compensan el ahorro del combustible. La única forma de compensar era recorrer muchos kilómetros al año.
Actualmente el coche diésel sigue siendo más caro que el coche de gasolina y esto se debe a que los motores con diesel son más complejos y sus componentes tienen que ser más resistentes, Todo ello encarece la fabricación y por lo tanto el precio de venta.
Para que la compra de un coche diésel sea rentable es necesario que los recorridos a realizar sean muchos durante el año. Si se tiene en cuenta el mayor precio de venta, su mayor costo de mantenimiento y mano de obra, comprar un coche diésel solo compensa cuando se realizan muchos kilómetros ya que implica menos consumo de combustible.
Para que el motor diésel sea una buena elección se debe recorrer anualmente unos 40.000 kilómetros como mínimo. Si no se alcanza anualmente ese kilometraje lo mejor es descartar el coche diésel y la mejor opción será un coche de gasolina.
Los coches de gasolina son más baratos de adquirir y aunque su consumo sea superior, el costo de mantenimiento es menor. La ITV puede llegar a ser 20 euros más barata que un diésel. Los repuestos también son más baratos al igual que el mantenimiento. Y si no se recorren muchos kilómetros anuales es posible que no se note el mayor consumo.
Un coche de gasolina es recomendable cuando se conduce sobre todo en la ciudad. Todos los coches urbanos han dejado de ofrecer motor diésel tanto por los costes como por el uso y la contaminación. Ya que cuando los sistemas no alcanzan su temperatura de funcionamiento las emisiones son más elevadas de lo que deberían ser.
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